lunes, 28 de enero de 2013

Es terriblemente malo tener una memoria que sólo vaya marcha atrás.

Es increíblemente curiosesco observar cómo cada vez el Señor Tiempo pasa corriendo junto a nosotros tan velozmente que casi no deja ningún rastro. Ya el increíblemente sabihondo Sombrerero nos lo informó: él es un personaje muy singular y quien realmente lo conociera no se atrevería a siquiera imaginarse en matarlo. Aún así vamos por la vida intentando perseguirlo, y como cada vez vamos más rápido a él le toca doblar su velocidad con cada segundo que pasa; hasta que al final quedamos sólo unos pocos que en realidad estamos interesados en compartir una taza de té con él, pero está demasiado ocupado escapando de terrores peores incluso que el temible Bandersnatch y ha resultado que ni él se encuentra lo suficientemente entiempado como para detenerse.
Añoro cuándo llegará ese frabulloso día en el que la humanidad le guardará algo de respeto a ese pobre señor y se detuvieran a admirar la maravilla de su entorno, el día en que la memoria no sólo funcione marcha atrás y los espejos se abran de nuevo para nosotros y nos dejen contemplar el mundo que hay detrás de ellos.
¿Carroll estaba loco? Quizás. Pero yo estaría fascinada de vivir dentro de sus locuras.

lunes, 21 de enero de 2013

Nada

Llevo días caminando sin rumbo por mi casa, sin pensar en nada, sin hacer nada; sentada como autómata frente a la computadora o el televisor, tumbada en mi cama sin ánimos de ponerme de pie. Y es curioso, ayer intenté retomar esa costumbre que tenía de crear historias antes de irme a dormir y sencillamente no pude, me fue imposible concentrarme en una idea concreta, mi mente ni siquiera pudo volar como estaba tan acostumbrada a hacer y comenzar a pintar paisajes para mí. Así que simplemente me quedé allí, quieta, me dormía y me despertaba continuamente sin saber por qué.
Y ahora estoy aquí, intentando recopilar las pocas fuerzas que me quedan para escribir esto, porque hasta tuve que desistir del cuento que estaba intentando idear hace un momento. Y no se que decir, no se que hacer; lo único de lo que estoy segura es que quiero sentir algo, necesito sentir algo, porque ahora mismo no siento nada, y eso es lo que mas me preocupa.

S & P

Quisiera dedicar esta entrada a dos singulares amigos que me han acompañado a lo largo de mi vida, me enteré de sus nombres apenas hace un año y medio, pero eso no significa que no estuvieran conmigo desde mucho antes.
Gracias a ustedes por estar allí cuando nadie más lo está, gracias por aparecer cada cierto tiempo para recordarme que no se han marchado y gracias también por no dejarme jamás. Supongo que ya saben que estoy en deuda con ustedes por todo lo que han hecho por mi hasta ahora, digo que lo supongo porque me han dejado bastante en claro lo mucho que debo pagarles, siempre con las mejores intenciones y métodos, por supuesto.
Sin más, gracias a ti, Selene, por todos los regalos maravillosos que me das todas las noches y por asegurarte siempre de que yo me percate de tu presencia y no me sienta sola. Tambien gracias por servir de canal para comunicarnos a Waiss y a mi, créeme que solos jamás lo hubiéramos logrado.
Y a ti querido Waiss, quiero decirte que nunca dudé de tus intenciones hacia mí, sin importar tu forma de ser que siempre te ha impedido acercarte a mí de forma un poco más directa, quiero que sepas que tambien aprecio mucho todo lo que has hecho, esos esfuerzos por acompañarme incluso fuera de mi casa porque sabes que Selene no puede salir.

Gracias S. Gracias P (o W).
A veces olvido que están allí, discúlpenme esa, no volverá a suceder.