sábado, 8 de diciembre de 2012

Sueños, pesadillas y algo más

Generalmente nunca me he quejado por el hecho de tener pesadillas, estoy demasiado acostumbrada a mis sueños caóticos y llenos de persecusiones terribles y ya ni siquiera los veo como algo fuera de lo común; éstos ni siquiera podrían ser catalogados como la causa de una mala noche, sino mas bien como una película divertida que dan en las noches y se proyecta en mi mente.
No, definitivamente mis sueños no son comunes y corrientes, mientras todos sueñan con parques de diversiones o sus ídolos pop favoritos, yo sueño con un campamento embrujado o un ritual horroroso del que me obligan a formar parte. Sin embargo, existen ciertas cosas que pueden helarme la sangre una vez que se aparecen en mi mente, y es por el significado (o traducción, o conocimiento explícito como dirían algunos) que esconden tras de sí.
¿Es necesario un ejemplo? Tal vez pueda escribir uno que no me comprometa, a pesar de que no pueda lograr que entiendan la totalidad de mi pesar con él.
" Es complicado expresar con palabras lo que sentí al ver esa cantidad casi absurda de cortes en mi brazo y mi estómago, en ese momento no sentía dolor sino más bien frustración al no comprender qué sucedía.
- ¿Por qué te hiciste esto? - susurró su voz cínica sin desviar su atención por un instante de lo que estaba haciendo. Yo intenté zafarme y gritarle que me soltara, que jamás haría nada semejante, pero aquello me resultó imposible; sólo podía quedarme allí, viendo cómo escribía una frase de ánimo y apoyo sobre cada corte, con expresión seria pero jamás dulce, para luego tomar la navaja y tacharla con una cortada mucho más dolorosa y profunda que la anterior."

Ahora dejaré una pregunta en el aire: ¿Qué se supone que significa eso? Yo ya tengo mi respuesta, ¿y ustedes?

1 comentario:

  1. Desde pequeño he sufrido pesadillas a diario con despertares contínuos en los que recuerdo el sueño con todo detalle debido a un fallo al salir de la fase rem.

    Durante mucho tiempo traté de encontrar significados, pero puede llegar un punto en que la cantidad e intensidad de las pesadillas te distraiga de la "vida real" hasta un punto peligroso.

    De modo que los sufro como algo rutinario, y pese a tratar de mantener un horario de sueño estable, si veo que alguna pesadilla en concreto es demasiado animal (véase la tuya) me desvelo y trato de activarme sea la hora que sea para poner tierra de por medio.

    No se si es buena estrategia, pero llega un momento que la vida onírica cansa demasiado...

    Saludos

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